jueves, 26 de marzo de 2009

Hotel

Se mira al espejo mientras se lava los dientes. Escupe y continúa. Escupe de nuevo y ahora se cepilla la lengua, para asegurarse un buen aliento en las próximas horas. Pero todavía no desayunó y tendrá que volver enjuagarse la boca. Escupe por última vez, se lava un poco la cara de dormida, se seca con una toalla de lino limpia que le dejó la housekeeper del hotel.
Se despertó hace pocos minutos. Estaba desorientada, sin reconocer la habitación. Por un largo rato supo que estaba en un hotel, pero no podía recordar de qué país o ciudad se trataba, ni para qué se encontraba allí. Recién pudo hacerlo al mirar la mesita de luz y encontrarse con la llave del hotel. El llavero es enorme: pesa cerca de tres kilos. Metal fundido con la fachada y el nombre del hotel bien moldeados. Está en Madrid para reunirse con un productor. Llegó ayer de Inglaterra y se quedará allí tres días.

0 comentarios: